OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI |
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EL ARTISTA Y LA EPOCA |
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JULIA CODESIDO1
Hay algo de asc�tico en el arte de Julia Codesido. Como en casi todo arte verdadero. Sus cuadros no han salido todav�a de su estudio. No conocen el aire mundano de las exposiciones. Julia Codesido no ha presentado sus telas sino en el sal�n de la Escuela de Bellas Artes, con modestia de disc�pula t�mida que no quisiera que se fijaran demasiado en ella. Da ganas de sacarlos a airearse. Pero tienen buen aire donde est�n �objetar� suave y risue�amente Julia� s�lo que no tienen prisa de notoriedad. Desde hace a�os, desde su adolescencia, desde mucho antes, Julia Codesido pinta, pinta, pinta. Es una m�stica de su arte. Vive en un se�ero encantamiento, entre sus colores y sus telas. Pinta por el placer de pintar, nada m�s que por el placer de pintar. El gozo de la creaci�n le basta. En este trabajo apasionado, fervoroso, se ha ido templando su temperamento art�stico y enriqueciendo su don creador. Julia Codesido tiene en su obra logradas versiones de nuestros temas pl�sticos. Porque, sin flirtear con moda alguna, por espont�neo impulso de su esp�ritu, los asuntos de su pintura son casi aut�ctonos. Sensible, alerta, esta artista presta su aporte al empe�o de crear un Per� nuevo. Y, por esto, le debemos tambi�n nuestro reconocimiento. En sus figuras se encuentra invariablemente un gran vigor de expresi�n. Su dibujo es seguro y su colorido pastoso y rico. Y, como cultora de motivos ind�genas, no se queda nunca en la nota de folklore. Cada cuadro suyo, aun cuando Julia no se lo proponga, est� m�s all� de la interpretaci�n verista. En sus cuadros hay siempre creaci�n. No nos gusta hablar de influencias ante una obra de m�ritos propios e impronta personal. Pero no podemos abstenernos de cumplir justicia a Sabogal por lo que, visiblemente, le debe Julia Codesido �como Camilo Blas� en el descubrimiento de su camino y en la seguridad y rectitud con que lo est� recorriendo.
NOTA:
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