OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

FIGURAS Y ASPECTOS DE LA VIDA MUNDIAL III

 

       

LA REACCION AUSTRIACA*

 

Las brigadas de la Heimwehr no han realizado el 29 de Setiembre su amenazada marcha a Viena; pero, con la anuencia de los nacionalistas y de los social-cristianos, se ha instalado en la presidencia del Consejo Schober, el jefe de las fuerzas de polic�a. Los reaccionarios se han abs�tenido de cumplir una operaci�n riesgosa para sus fanfarronas milicias; pero la reacci�n ha afirmado sus posiciones. La marcha a Viena ha�br�a provocado a la lucha al proletariado vien�s, alerta y resuelto contra la ofensiva fascista, a despecho de la pasividad de la burocracia so�cial-dem�crata. La maniobra que, despu�s de una inocua crisis ministerial, arreglada en familia, ha colocado el gobierno en manos de Schober, consiente a la reacci�n obtener casi los mismos objetivos, con enorme ahorro de energ�as y es�fuerzos.

Los partidos reaccionarios austriacos no perdonan a Viena su mayor�a proletaria y socialis�ta. La agitaci�n fascista en Austria, se ha alimen�tado, en parte, del resentimiento de la campi�a y del burgo conservadores contra la urbe indus�trial y obrera. Las facciones burguesas se sent�an y sab�an demasiado d�biles en la capital para la victoria contra el proletariado. En plena crecien�te reaccionaria, los socialistas izaban la bande�ra de su partido en el palacio municipal de Vie�na. El fascismo italiano se proclama ruralista y provincial; la declamaci�n contra la urbe es una de sus m�s caras actitudes ret�ricas. El fascismo austriaco, desprovisto de toda originalidad, se esmera en el plagio m�s vulgar de esta fraseolo�g�a ultramontana. La marcha a Viena, bajo este aspecto, tendr�a el sentido de una revancha del agro retr�grado contra la urbe inquieta y mo�derna.

Schober, seg�n el cable, se propone encua�drar dentro de la legalidad el movimiento de la Helmwehr. Va a hacer un gobierno fascista, que no usar� el lenguaje estridente ni los modales excesivos y chocantes de los "camisas, negras", sino, m�s bien, los m�todos policiales de Andr� Tardieu y el prefecto del Sena. Con una u otra etiqueta, r�gimen reacionario siempre.

Se sabe ya a d�nde se dirige la pol�tica reac�cionaria y burguesa en Austria; pero se sabe menos hasta qu� punto llegar� el pacifismo del par�tido socialista, en su trabajo de frenar y aneste�siar a las masas proletarias.

 


NOTA:

 

* Publicado en Mundial, Lima, 4 de Octubre de 1929, en la secci�n "Lo que el cable no dice".