OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI

HISTORIA DE LA CRISIS MUNDIAL

  

 

DECIMA CONFERENCIA1

LA AGITACION PROLETARIA EN EUROPA EN 1919 Y 1920

Las notas del autor:

LA agitaci�n proletaria en Europa. Italia al borde de la revoluci�n. Las elecciones de 1919. la ocupaci�n de las f�bricas. La III Internacio�nal. La Internacional centrista o Internacionales y medio. El cismo socialista".

Veamos c�mo se incub� este per�odo de agitac�i�n proletaria. Durante la guerra, el r�gimen capitalista se vio obligado a hacer numerosas concesiones a la clase trabajadora y a la idea socia�lista. Le era indispensable la colaboraci�n del proletariado. El proletariado y su doctrina econ�mica consiguieron algunas conquistas, algunos progresos, que acrecentaron su fuerza, y robustecieron su fe. Vino m�s tarde otra causa de afirmaci�n proletaria: la revoluci�n rusa. Los Es�tados europeos se esforzaron, por una parte, en asfixiar la revoluci�n en Rusia y, por otra parte, en evitar su propagaci�n al resto de Europa. Fue un momento de avance de la idea revolucionaria; Un momento de ofensiva del proletariado. Un instante de apogeo de la revoluci�n. La caracter�s�tica de la lucha social era la iniciativa del pro�letariado en el ataque. En Alemania, Baviera, Austria, Hungr�a. Ante esta ofensiva, el r�gimen, se vio forzado a retroceder, a replegarse. Los estadistas m�s avisados y perspicaces comprendie�ron entonces que no era posible salvarlo sin gran des sacrificios. Domin� una corriente avanzada�mente reformista. La burgues�a tom� una acti�tud renovadora. Afirm� su filiaci�n democr�tica y evolucionista. Excecr� la dictadura. Cant� a la paz. Exalt� el sufragio universal y el parlamen�tarismo. Cubri� la Paz de Versalles con la Socie�dad de las Naciones. Cre� la Oficina Internacional del Trabajo. Reuni� en W�shington el Pri�mer Congreso del Trabajo. Esta pol�tica tend�a a dividir al proletariado, atrayendo al camino de la colaboraci�n y de la reforma a sus mayores masas. Esta divisi�n se produjo. Una parte de los partidos socialistas y los sindicatos se pronunci� por una pol�tica revolucionaria. Otra parte se pronunci� por una pol�tica prudente y transac�cional que esquivase toda acci�n decisiva y vio�lenta. Aquella cre� la III Internacional. Esta reor�ganiz� la II Internacional. Algunos elementos centristas, intermedios, conservaron su indepen�dencia. Se reagruparon m�s tarde en la Interna�cional dos y medio.

La II Internacional. Berna, febrero 1919. Lucer�na, agosto 1919. Ginebra, 30 julio 1920. Interna�cional Sindical Reformista. Noviembre 1920.

La III Internacional. ler. Congreso 2-6 marzo 1919. 2� Congreso julio 1920.: Aqu� quedaron fijadas las 21 condiciones que escisionaron a los partidos de Francia, Alemania, etc. En Alemania, Halle 12-17 octubre 1929. En Francia, Tours diciembre 1920. En Inglaterra, agosto de 1920,

La Internacional 2 y 1/2. Berna diciembre 1920, algunos meses despu�s Viena.

Adem�s, acciones de masas. En Inglaterra, en 1920 la huelga de los carboneros. En Francia, la huelga de los ferroviarios en mayo 1920, que dio lugar al decreto de disoluci�n de la C. G. T. y a prisi�n de Souvarine, Loriot y Dunois. En Ale�mania, despu�s del golpe de Kapp la agitaci�n en el Ruhr, en abril 1920. Espa�a y Jap�n. Las huelgas de solidaridad con Hungr�a proletaria contra la reacci�n de Horthy. Pero en Italia la agitaci�n adquiri� proporciones mayores todav�a.

Las huelgas de julio de 1919. Las elecciones de noviembre de 1919. La huelga general de protes�ta contra el ataque a algunos diputados socialistas. Las huelgas de ferroviarios y postales de 1920. El precio econ�mico del pan y la ca�da de Nitti. El gobierno de Giolitti.

La ocupaci�n de las f�bricas. Sus antecedentes. El 18 de junio los metal�rgicos reclamaron me�joramientos econ�micos en relaci�n con la eleva�ci�n del costo de la vida. Negociaciones, pro�puestas y contrapropuestas. El 13 de agosto, rup�tura de las negociaciones. El 21 de agosto se ini�ci� el obstruccionismo. El 30 de agosto la Facto�r�a Romeo de Mil�n, con cerca de 2,000, declar� el lock out. En seguida se tom� posesi�n de 300 factor�as en Mil�n. En seguida, el movimiento se extendi� a toda Italia.

Aspectos del r�gimen interno de la ocupaci�n. La prosecuci�n del trabajo. La disciplina. El fi�nanciamiento de los trabajos. La vigilancia. La actitud gubernamental. Los propietarios reclama�ban el desalojamiento de los obreros a la fuerza. El debate entre la Confederaci�n General del trabajo y el Partido Socialista. El prevalecimien�to de la tesis de la Confederaci�n. El control de las f�bricas. La intervenci�n del gobierno. El 15 de setiembre en Tur�n, reuni�n de obreros y pa�trones, presidida por Giolitti. Sometimiento de los ind�striales. Las negociaciones con los industriales sobre la paga de los d�as de trabajo. Des�de el 15 de julio hasta agosto pago de los aumen�tos acordados. El decreto del gobierno. El Con�greso Metal�rgico aprob� el acuerdo. Se ratific� con un refer�ndum. 148,000 votos contra 42,000. El 24 de setiembre.

M�s tarde, el Congreso de Livorno.

Termin� as� el per�odo revolucionario y comen�z� el per�odo reaccionario.

El fascismo es la reacci�n. Pero acelera el pro�ceso revolucionario porque destruye las institu�ciones democr�ticas. El fascismo ha desvaloriza�do el parlamento y el sufragio. El fascismo ha en�se�ado el camino de la dictadura y de la violen�cia. Antes, la democracia opon�a al bolchevismo ruso sus instituciones caracter�sticas: el parla�mento y el sufragio universal. Ahora la burgue�s�a desacredita ambas instituciones. Acabamos de asistir en Espa�a a un movimiento militar tambi�n anti-parlamentario.

�Es posible el frente �nico de la burgues�a? S�; pero s�lo provisoriamente, s�lo mientras se con�jura un asalto decisivo de la revoluci�n. Despu�s, cada uno de los grupos de la burgues�a trata de recobrar su autonom�a. Ay del proletariado si la burgues�a fuera uniformemente inspirada por una sola ideolog�a y un solo inter�s. Dentro de la burgues�a existen contrastes de ideolog�a y de intereses, contrastes que nada puede suprimir. Los elementos radicales, democr�ticos, liberales de la burgues�a, que son tales por raz�n de psi�colog�a y de posici�n en la sociedad, pueden con�sentir transitoriamente que una reacci�n conser�vadora los absorba, pero tienden, en seguida, a restablecer el antiguo equilibrio. �Por qu�? Por�que un frente �nico se hace sobre la base de una capitulaci�n de los ideales democr�ticos y refor�mistas a los ideales conservadores. No se hace so�bre la base de una transacci�n, sino sobre la ba�se de un renuncio. Hay elementos capitalistas, hombres de la burgues�a, convencidos de que es necesaria una transformaci�n social, y que un r�gimen dictatorialmente "reaccionario no puede durar sin exasperar la revoluci�n y acrecentar su �mpetu destructor. Nitti, Caileaux, Walter Rathe�nau. El frente �nico no puede, pues, ser durade�ro; provocar�a, adem�s, el frente �nico del pro�letariado.

El mundo occidental se debate en este caos, en este conflicto. Sus instituciones pol�ticas no co�rresponden a la nueva realidad econ�mica. Una parte de las fuerzas conservadoras se pronun�cia por un programa de audaces reformas que transforme gradualmente la sociedad. Otra parte teme que una vez iniciadas las concesiones a la revoluci�n, no sea posible detenerlas. E intentan, por eso, resistir. El proletariado necesita seguir atentamente el proceso de este conflicto.

 


NOTA:

1 Pronunciada el viernes 7 de Setiembre de 1923, en la Universidad Popular "Gonz�lez Prada" (local de la Fe�deraci�n de Estudiantes del Per�, antiguo Palacio de la Exposici�n). Estos apuntes �por ser los m�s extensos, junto con los correspondientes a la XIV Conferencia� definen mejor el pensamiento de Mari�tegui. Los hitos abarcados por el autor de los Siete Ensayos son, en si mismos, lo suficientemente luminosos. No obstante, ha�remos dos estancias en esa �poca pendular o, mejor di�cho, de ascenso y descenso en la acci�n revolucionar�a de as masas europeas. En primer t�rmino, debemos reconocer que la toma del poder por el fascismo desconcert�� un tanto al autor. Su criterio de que "el fascismo es a reacci�n, pero acelera el proceso revolucionario porque destruye las instituciones democr�ticas", si bien correspondi� a la etapa infantil del fascismo, no fue ratificado por el curso de la historia. Aclaremos que Mari�te�gui opin� de esta suerte cuando Mussolini acababa de formar gobierno, mientras Europa se estremec�a por vio�lentas sacudidas revolucionarias. Es justo establecer que, en ese momento hist�rico, aquella interpretaci�n fue com�partida por esclarecidas figuras de la pol�tica y las le�tras. Muchos marxistas alemanes sufrieron un fen�meno similar, cuando Hitler insurgi� �paranoico, vencedor y desbocado� en la escena pol�tica alemana. Y conste que, para entonces, el precedente de Mussolini databa de ha�c�a m�s de diez aloe. En segundo t�rmino, subrayamos un nuevo acierto de Mari�tegui en su enfocamiento del panorama internacional Nos referimos a la respuesta que �l mismo da a su pregunta: ��Es posible el frente �nico de la burgues�a?�. Tal respuesta fue, amplia e hist�rica�mente, confirmada; en especial, durante la fase inter�imperialista de la Segunda Guerra Mundial. Y, hoy mis�mo, sigue operable y operante, pese a los disfraces de toda laya con que se trata de encubrirlas leyes generales del desarrollo de la sociedad.