OBRAS COMPLETAS DE JOSE CARLOS MARIATEGUI |
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TEMAS DE NUESTRA AMERICA |
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POLITICA URUGUAYA*
El Uruguay es, entre las rep�blicas surameri�canas, la que ha sabido encontrar mejor su equilibrio pol�tico. El r�gimen demo-liberal que casi en todas estas rep�blicas ha tenido tan poca fortuna, en el Uruguay ha logrado desarrollarse normalmente. El art�fice de esta obra, Jos� Batlle Ord��ez, es hispano-americano, no es el estimado, por esto, como uno de los primeros estadista del Continente. Battle Ord��ez, el l�der de la m�s perfecta democracia tipo caudillo de nuestra Am�rica. Su rasgo m�s caracter�stico es su comprensi�n de que para que una empresa tan grande no bastaba un hombre y hac�a falta un partido. Todo lo que se ha hecho en el Uruguay en los �ltimos veinticinco a�os lleva el sello de su personalidad. Pero la superioridad de Battle reside en su esfuerzo por crear una democracia que pudiese funcionar sin caudillos M�s que de su propio destino his�t�rico, pareci� siempre preocupado del de su partido. El Partido Colorado tiene su origen en la independencia uruguaya. Desde la fundaci�n de la rep�blica la lucha pol�tica se libra en el Uruguay entre blancos y colorados. Pero ha sido Batlle quien le ha dado al Partido Colorado lo que podr�amos llamar su estilo hist�rico. Batlle lo ha dirigido con ese impulso progresista, beligerante, constructivo, ardoroso, casi juvenil que lo distingue entre los partidos liberales del Continente. A Batlle no le ha satisfecho, no le ha contentado como a un caudillo cualquiera, una victoria f�cil. El poder no ha enervado nunca su combatividad. Por el contrario la ha estimulado. En el gobierno no se ha conformado jam�s con conservar. Ha querido y ha sabido crear, renovar y destruir. El oficio del gendarme adusto del orden social que bast� por ejemplo a la ambici�n de Porfirio D�az, para la de Batlle Ord��ez ten�a que resultar mezquino y corto. Los "blancos" reclutan sus principales fuerzas en el campo. Constituyen un partido de ra�ces feudales. Los "colorados", en cambio, dominan en la ciudad. Representan un programa brotado del burgo. El r�gimen demo-liberal, presenta, por esto, en el Uruguay, un car�cter tan org�nico. Su direcci�n, su gobierno, no han estado a cargo de una oligarqu�a de latifundistas y estancieros de tradici�n feudal y agraria sino de una facci�n de gente de burgo con savia y mente urbanas. El gobierno de los colorados, bajo Batlle Ord��ez, ha sido el gobierno de la ciudad. Probablemente de este hecho pol�tico depende esa fisonom�a de "ciudadela colorada" con que se le conoce, generalmente, a Montevideo. Batlle Ord��ez ha sido esencialmente un gobierno demo-liberal. Pero el destino de todo liberalismo aut�ntico es preparar el camino al socialismo. Tambi�n el socialismo es un fen�meno fundamentalmente urbano. La vanguardia socialista est� formada en todas partes por el proletariado industrial. Por otra parte, Batlle ha encabezado dentro de su partido �naturalmente heterog�neo por contener diversas categor�as sociales� a la facci�n avanzada y renovadora y no ha trepidado en sacrificar la unidad de los "colorados" cuando lo ha exigido la necesidad de marchar. adelante. Este caso se dio hace varios a�os, cuando Batlle y la vanguardia del Partido Colorado empe�aron la famosa batalla por el ejecutivo colegiado, certero y rudo golpe de un caudillo genial al caudillismo mediocre. Los elementos conservadores y remolones del partido se negaron como se sabe a aceptar esta reforma y se produjo una escisi�n que puso en peligro el predominio colorado. Batlle no retrocedi� ante la ruptura. La lucha por el ejecutivo colegiado es en su historia la m�s hermosa y gallarda de todas las jornadas. Las �ltimas elecciones, cuyo �xito, nos ha sido confusamente comunicado por el cable, han obli�gado a los colorados a unirse. Y seg�n recientes noticias. Batlle ha ganado una vez m�s la bata�lla. Pero la victoria ha sido dura. El Partido Co�lorado llega al t�rmino de su misi�n, hist�rica. La democracia, en crisis en el mundo, no puede exceptuarse de esta suerte en el Uruguay. Hable sostiene dignamente su vieja bandera. Pero se siente ya su fatiga. El socialismo despliega en el Uruguay a todo viento la bandera que fla�mea en el mundo sobre una gran marejada humana. En las �ltimas elecciones, ha tenido el Uruguay un candidato comunista a la presiden�cia, Un hecho que se�ala el lugar del Uruguay en la historia del sufragio.
NOTA: * Publicado en Variedades: Lima. 1� de enero de 1927.
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